Las etiquetas de eficiencia energética, clasificadas de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente), son un estándar crucial en la industria de electrodomésticos, utilizadas tanto por fabricantes como consumidores. Surgidas bajo políticas de sostenibilidad, estas etiquetas han evolucionado, destacándose un cambio significativo en 2021. Aplicables en toda la Unión Europea, guían a los consumidores en la selección de productos que impactan tanto en el consumo energético como en las facturas de luz.

Entender estas etiquetas es vital para tomar decisiones responsables y eficientes, contribuyendo a un menor consumo energético y un mejor ambiente.

¿Qué son las etiquetas de colores de los electrodomésticos?

Las etiquetas de colores en los electrodomésticos son parte del sistema de etiquetado energético que clasifica los aparatos según su eficiencia energética. Estas etiquetas, que van desde el verde (más eficiente) hasta el rojo (menos eficiente), brindan una representación visual inmediata del rendimiento energético de un producto. Cada color corresponde a una letra de la A a la G, siendo A la categoría más eficiente y G la menos eficiente.

Etiquetas energéticas de la A a la G: ¿qué significa cada letra?

• Calificación A: representa la máxima eficiencia energética. Electrodomésticos con esta clasificación consumen la menor cantidad de energía, lo que lleva a un ahorro significativo en la factura de luz.
• Calificación B: aún altamente eficiente, pero ligeramente menos que la categoría a. Ideal para un balance entre rendimiento y consumo energético.
• Calificación C: buena eficiencia, pero con un mayor consumo de energía que las categorías a y b. Adecuado para quienes buscan eficiencia a un costo inicial más bajo.
• Calificación D: eficiencia moderada. Los electrodomésticos en esta categoría consumen más energía que los de categorías superiores, lo que se refleja en un mayor coste en la factura de luz.
• Calificación E: por debajo del promedio en términos de eficiencia. Puede ser más económico inicialmente, pero incurre en mayores costos de energía a largo plazo.
• Calificación F: baja eficiencia energética. Estos electrodomésticos consumen cantidades significativas de energía, lo que aumenta los costos de electricidad.
• Calificación G: la menor eficiencia energética. Corresponde a los electrodomésticos más consumidores de energía y menos sostenibles.

Cambios recientes en las etiquetas de eficiencia

Los cambios recientes en las etiquetas de eficiencia energética, implementados desde marzo de 2021, representan un esfuerzo significativo por actualizar y simplificar la comprensión de la eficiencia de los electrodomésticos.

Antes de estos cambios, la clasificación energética incluía categorías como A+++, A++, A+, etc., lo que a menudo generaba confusión entre los consumidores.

Esta actualización se alinea con las directrices de la Unión Europea, buscando no solo clarificar la eficiencia real de los electrodomésticos sino también fomentar mejoras en el rendimiento energético.

Impacto de las etiquetas de eficiencia en el ahorro de luz

La eficiencia energética, representada por las etiquetas de eficiencia, juega un papel crucial en el ahorro de luz en los hogares. Estas etiquetas, al proporcionar una clasificación clara del consumo energético de los electrodomésticos, permiten a los consumidores tomar decisiones informadas sobre los productos que adquieren.

Al elegir electrodomésticos con una clasificación alta, como A o B, los usuarios pueden reducir significativamente el consumo de energía en sus hogares, lo que se traduce en un ahorro sustancial en las facturas de luz.

Selección de electrodomésticos y su consumo energético

La selección de electrodomésticos basada en su etiqueta de eficiencia energética es un factor determinante en el consumo energético de un hogar. Electrodomésticos con altas clasificaciones, como A o B, consumen menos energía para realizar las mismas tareas que aquellos con clasificaciones más bajas.

Esto no solo implica un menor impacto ambiental, sino también una reducción en el coste de las tarifas de luz. Por ejemplo, un frigorífico con una clasificación A puede consumir hasta un 50 % menos de energía que uno con clasificación D, lo que representa un ahorro significativo en el largo plazo.

Leyes y normativas sobre etiquetado energético

Las leyes y normativas sobre el etiquetado energético, especialmente en la Unión Europea, buscan estandarizar y mejorar la información proporcionada a los consumidores sobre la eficiencia energética de los electrodomésticos.

Estas regulaciones son cruciales para garantizar que las etiquetas reflejen con precisión el rendimiento energético de los productos, facilitando así decisiones de compra más informadas y responsables.

La actualización de 2021 a la clasificación energética es un claro ejemplo de cómo estas leyes buscan simplificar y hacer más efectiva la comunicación de la eficiencia energética.

Cómo leer y entender las etiquetas de eficiencia

Cada etiqueta proporciona información clave sobre el consumo energético del electrodoméstico, representado usualmente en una escala de A (más eficiente) a G (menos eficiente).

Además de la clasificación general, las etiquetas suelen incluir datos específicos como:

• El consumo de energía anual (kWh).
• El nivel de ruido, en el caso de lavadoras, por ejemplo.
• La clase de eficiencia en el centrifugado, en el caso de las lavadoras.
• El consumo de agua ponderado por ciclo de lavado-secado (litros), en el caso de las lava-secadoras.
• El consumo de agua por ciclo en los programas ECO, en los lavavajillas.
• El diámetro de la pantalla para televisores y pantallas electrónicas.

Consejos para elegir aparatos de alta eficiencia

Al elegir electrodomésticos de alta eficiencia, es importante:

1. Considerar la clasificación energética, preferiblemente aquellos con etiquetas A o B.
2. Evaluar el consumo de energía anual, que suele estar detallado en la etiqueta.
3. La funcionalidad y el tamaño del electrodoméstico, asegurándose de que se ajuste a las necesidades del hogar para evitar un uso excesivo de energía.
4. La inversión inicial en un aparato más eficiente puede resultar en un ahorro significativo a largo plazo.

Beneficios a largo plazo de los productos eficientes

Los electrodomésticos eficientes ofrecen beneficios sustanciales a largo plazo, tanto económicos como ambientales.

• En términos de costos, reducen significativamente las facturas de energía, lo que resulta en ahorros considerables a lo largo de la vida útil del producto.
• Ambientalmente, disminuyen el consumo de recursos y las emisiones de carbono, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
• Suelen tener una mayor durabilidad y rendimiento, asegurando una inversión sólida para el hogar.

Casos prácticos: ejemplos de etiquetado en diferentes electrodomésticos

Te mostramos a continuación cómo afecta la clasificación energética a los electrodomésticos tomando como referencia el precio del kWh de la tarifa A tu Aire Siempre de TotalEnergies, 0,1246 €.

Clasificación energética del frigorífico

Clasificación energética de la lavadora

Clasificación energética del horno

Clasificación energética del lavavajillas

La importancia de las etiquetas de eficiencia energética

Las etiquetas de eficiencia energética son fundamentales para guiar a los consumidores en la selección de electrodomésticos que reduzcan el consumo de energía y las emisiones de carbono.

Estas etiquetas no solo ayudan a los hogares a disminuir sus facturas de energía, sino que también fomentan la sostenibilidad ambiental. La elección consciente de electrodomésticos con etiquetas de alta eficiencia contribuye a una economía más verde y a la conservación de recursos naturales para las generaciones futuras.